Las frutas de hueso son aquellas frutas que encierran un hueso en su interior, como el melocotón o el albaricoque entre otros. Generalmente tienen un sabor dulce o acidulado, un aroma agradable e intenso y altas propiedades nutritivas. Su principal uso es el culinario, sobre todo como fruta de mesa para postres o desayunos y meriendas, pero también es usual verlas en forma de zumo o de condimento de platos principales. Las frutas de hueso son una espectacular fuente de nutrientes para el organismo, ya que tienen un alto número de vitaminas, minerales y antioxidantes. Destaca el alto nivel de vitamina C y potasio en ellas, lo que las convierte en la principal fuente de estos nutrientes para el ser humano. Además contienen un alto porcentaje de agua, de entre el 80 y 95 % de su peso. También son muy importantes para el buen funcionamiento del aparato digestivo por la fibra que contienen. Las frutas de hueso están prácticamente limpias de grasas saturadas y además contienen muchos hidratos de carbono solubles de rápida disponibilidad, lo que las convierte en una genial fuente de energía.
La producción de fruta de hueso es el principal cultivo de frutas no cítricas en España. La superficie de cultivo de esta variedad acumula más de 150.000 hectáreas. Por frutas concretas, el melocotón se encuentra al alza mientras que el ciruelo es el que más terreno está perdiendo. Las exportaciones de frutos de hueso sigue la misma tendencia, el melocotón exportó en los últimos años una media de más de 300.000 toneladas que se tradujeron en más de 300 millones de euros por año, pero es la nectarina con 400.000 toneladas y 400 millones de euros el fruto que más destaca en esta comparación. En la Región de Murcia se exporta el 95% de la producción de este tipo de fruta, que se genera en unas 25.000 hectáreas, aproximadamente, y dan trabajo directo a 20.000 personas.